“se está barajando la inclusión de cláusulas en los contratos de crédito que requerirían del consentimiento expreso del cliente para que el banco pudiese vender su crédito a terceras partes. Es decir, hay buenas ideas y el texto final resultante podría ser en su conjunto bueno para los ciudadanos. Pero deberíamos pasar por encima de los -al menos- 1.700 lobbistas que defienden los intereses de la industria financiera ante las instituciones europeas."
el rechazo a la posibilidad de que el deudor recompre su propia deuda: hemos visto cómo el Santander vendía a un fondo buitre un préstamo de 53.664 euros por sólo 3.215, amparando su derecho a no ofrecer la recompra en los mismos términos a los acreedores ante el TJUE. De existir esta posibilidad, los fondos buitres tendrían menor opción de participar en el jugoso negocio del mercadeo de los títulos de deuda.